Las expectativas de un recorte de tasas de la Fed en septiembre siguen siendo el principal motor del mercado de divisas. Los participantes mantienen un alto nivel de confianza en un movimiento de 25 puntos básicos. Una presión adicional sobre el dólar proviene de la toma de beneficios y del interés cauteloso de los inversores en activos de riesgo.
La dinámica del EURUSD continúa formándose en medio de señales contrastantes de la Reserva Federal y el BCE, así como de la reacción del mercado a los nuevos datos macroeconómicos.
Este pronóstico revisa los posibles movimientos del EURUSD.
El par EURUSD terminó la semana en 1,1660, oscilando en la mitad de su rango de los últimos meses. El índice del dólar se consolidó alrededor de 98 tras los movimientos volátiles provocados por el discurso de Jerome Powell en Jackson Hole y la presión política sobre la Fed. Los mercados ahora descuentan una probabilidad del 86% de un recorte de tasas en septiembre, frente al 75% de la semana anterior. Un factor adicional fueron los datos revisados del PIB de EE. UU. del 2T (+3.3% t/t) y las señales de riesgos inflacionarios.
El par se mantiene en un rango lateral entre el soporte en 1.1570 y la resistencia en 1.1740. El dólar está respaldado por sólidos datos económicos de EE. UU. y declaraciones agresivas de algunos funcionarios de la Fed. Mientras tanto, el euro encuentra apoyo en la disminución de expectativas de una acción inmediata del BCE. La incertidumbre política aumenta, con la oposición de extrema derecha en Francia ganando terreno, lo que incrementa el riesgo para la eurozona.
El escenario base sugiere operaciones dentro del rango 1.1570-1.1740. Una consolidación por encima de 1.1740 podría abrir el camino hacia 1.1830, mientras que una ruptura por debajo de 1.1570 añadiría presión y podría empujar al par hacia 1.1380. El balance de factores sigue siendo mixto: el dólar se beneficia de los datos macroeconómicos y la influencia política de Trump sobre la Fed, mientras que el euro se ve respaldado por la recuperación moderada de la demanda y la consolidación técnica.
Durante la última semana de agosto, el par EURUSD subió y probó niveles por encima de 1.17. El euro encontró apoyo en medio de dudas sobre la independencia de la Fed tras el intento de Donald Trump de destituir a Lisa Cook de la Junta de Gobernadores. Este movimiento intensificó las expectativas de una flexibilización monetaria anticipada: la probabilidad de un recorte en septiembre subió al 86%, lo que presionó al USD.
Mientras tanto, los datos macroeconómicos de EE. UU. señalaron resiliencia económica. El PIB revisado del 2T creció un 3.3% t/t, superando las expectativas gracias a la contribución de la inversión y el comercio.
Los datos sólidos limitaron la caída del dólar y frenaron el repunte del euro.
En Europa, la incertidumbre política en Francia sigue pesando sobre la moneda única. El resurgimiento de los partidos de derecha y una próxima votación de confianza en el gobierno de Attal limitan el apetito por posiciones largas. Como resultado, la semana estuvo equilibrada: el euro subió por las expectativas moderadas de la Fed, pero su potencial alcista permaneció limitado por los sólidos fundamentos de EE. UU. y los riesgos políticos europeos.
En el gráfico diario, el par EURUSD se mantiene dentro del rango de las últimas semanas, operando en la zona 1.1570-1.1740.
Tras la subida de julio, el par probó repetidamente el límite superior cerca de 1.1740, pero no logró consolidarse por encima. El nivel de soporte se encuentra en 1.1570, que detuvo la caída los días 21-22 de agosto.
La volatilidad ha disminuido significativamente en agosto: las velas son más cortas y el rango se está estrechando. Los indicadores MACD y Estocástico apuntan a un impulso débil, ya que el mercado se inclina hacia la consolidación lateral en lugar de formar una nueva tendencia.
Así, el rango clave sigue siendo 1.1570-1.1740. Una ruptura por encima de 1.1740 abriría el camino hacia 1.1830, mientras que un movimiento sostenido por debajo de 1.1570 aumentaría la presión bajista y crearía el riesgo de una caída hacia niveles de soporte más profundos. Por ahora, el par se mantiene en el centro del rango, reflejando la incertidumbre del contexto fundamental.
El sentimiento hacia el EURUSD sigue siendo neutral a cauteloso esta semana. Los mercados ahora estiman la probabilidad de un recorte en septiembre en 86%, frente al 75% de la semana anterior. El euro recibe señales mixtas: la tensión política en Francia y la fortaleza del dólar limitan el crecimiento, aunque el par se mantiene por encima de 1.1620.
Las posiciones largas son viables si el par se mantiene por encima de 1.1620-1.1650. Una confirmación adicional vendría de la consolidación por encima de 1.1650 y de datos macroeconómicos débiles en EE. UU.
Los objetivos son 1.1710 y 1.1740; con un contexto favorable, es posible un alza hacia 1.1830.
El stop-loss está por debajo de 1.1580, ya que una ruptura de este nivel aumentaría la presión vendedora.
Las posiciones cortas son posibles si el par rompe por debajo de 1.1580, especialmente en medio de datos sólidos de EE. UU. y la incertidumbre política europea.
Los objetivos son 1.1500 y 1.1380 si el impulso bajista gana fuerza.
El stop-loss está por encima de 1.1675 – la consolidación por encima de este nivel confirmaría la continuación del movimiento alcista.
El sentimiento favorable hacia el EURUSD persiste gracias a las expectativas de un recorte de tasas de la Fed en septiembre. Los mercados estiman una probabilidad del 86% de un movimiento moderado. A pesar de los sólidos datos del IPP de julio en EE. UU., que redujeron las probabilidades de una flexibilización agresiva, el interés en los activos de riesgo y la toma de beneficios favorecen al euro.
El sentimiento general puede describirse como moderadamente positivo.
En ausencia de nuevos impulsores para el dólar, el euro podría mantener su posición y probar el límite superior del rango de negociación de agosto.
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