En nuestro análisis técnico mensual, examinamos los principales patrones gráficos y niveles clave de los pares EURUSD, USDJPY, GBPUSD, AUDUSD, USDCAD, así como del oro (XAUUSD) y del petróleo Brent, para pronosticar la evolución del mercado en julio de 2025.
El soporte en 1.1100, que se formó en mayo, ejerce ahora una presión clave sobre el dólar estadounidense. La inestabilidad geopolítica que ha limitado la economía de la zona euro desde principios de 2023 se desvanece gradualmente, lo que permite que el euro se fortalezca mientras el dólar se debilita.
La Reserva Federal de EE. UU. muestra cada vez más dudas sobre nuevas medidas de endurecimiento. La falta de impulsores económicos claros, un déficit presupuestario creciente y una carga de deuda en aumento debilitan al dólar. En este contexto, los riesgos inflacionarios se intensifican y los precios de las materias primas y la energía continúan al alza.
Al mismo tiempo, el BCE, pese a mantener un tono moderadamente restrictivo, se beneficia de la estabilización de los indicadores económicos en Alemania y Francia. Los inversores empiezan a buscar una alternativa al dólar en activos denominados en euros.
Por lo tanto, en julio prevalece un tono alcista para el EURUSD, especialmente si la presión inflacionaria en Estados Unidos persiste y la Fed reacciona con lentitud.
En el gráfico semanal, EURUSD mantiene un avance constante iniciado en enero de 2025. Un cierre por encima del nivel clave 1.1160 abrió el camino hacia un objetivo medio plazo igual a la anchura del rango de consolidación anterior. La estructura actual forma un canal alcista con un objetivo superior cerca de 1.2115, el máximo de mayo de 2021.
El gráfico muestra una banda de consolidación clara entre 1.1575 y 1.1777 dentro de la cual el par realiza una corrección local. El Punto Pivote 1.1160 representa el equilibrio a largo plazo entre oferta y demanda.
La SMA50 ascendente confirma el dominio de la tendencia alcista.
Escenario alcista: Una ruptura y cierre firmes por encima de 1.1777 confirmarán la continuación de la tendencia. Los objetivos se sitúan en 1.2000, seguidos de un posible retroceso a 1.1575 y un nuevo impulso hacia 1.2115.
Escenario bajista: Una perforación de 1.1575 con cierre por debajo de 1.1500 señalará el inicio de una corrección más profunda. En ese caso, el objetivo más cercano se ubica en 1.1160.
Desde enero de 2025, el USDJPY cotiza bajo presión: el mercado corrige desde el pico plurianual cercano a 159.00, lo que señala el fin de la fase de crecimiento previa. El impulso alcista se ha agotado claramente, especialmente ante los débiles datos macro de EE. UU.
El informe laboral de junio decepcionó: el empleo creció solo un 0.5 % frente al 3.5 % esperado, una cifra dentro del margen de error estadístico. La estricta política arancelaria de la administración estadounidense, especialmente en el comercio con Asia, también presiona la economía y reduce la demanda de dólares como refugio frente al yen.
Las expectativas de una corrección adicional, por tanto, se intensifican. Mientras tanto, las autoridades japonesas han declarado repetidamente su disposición a intervenir si el yen se mantiene por encima de 145.00, lo que frena la demanda especulativa.
Los riesgos geopolíticos combinados, los datos débiles y la postura cautelosa de la Fed respaldan un escenario de mayor caída del USDJPY a medio plazo.
En el gráfico semanal, el USDJPY se negocia dentro de un triángulo correctivo expansivo que comenzó a formarse tras el máximo histórico de 161.90. Desde enero de 2025, el mercado ha desarrollado una estructura descendente cuyo objetivo local es 130.70, el nivel más cercano de interés vendedor.
La consolidación actual alrededor de 145.00 forma una zona de equilibrio —el Punto Pivote— que guía la tercera onda descendente.
Tras alcanzar 130.70 puede surgir un rebote de corto plazo hacia 145.00, seguido de una renovación de la caída hacia 127.30, una zona de soporte fuerte.
La SMA50 se sitúa por encima del precio actual y presiona desde arriba, confirmando la tendencia bajista de medio plazo.
Escenario bajista: Una ruptura de 143.40 con cierre por debajo de 143.00 abrirá el camino a una caída hacia 130.70 y, si se refuerza el impulso descendente, hacia 127.30.
Escenario alcista: Una ruptura sostenida y cierre por encima de 147.50 señalará un retorno al canal alcista. El par podría ascender a 151.00 y, con mayor impulso, a 155.00.
El GBPUSD continuó al alza, renovó los máximos desde enero de 2022 y tocó 1.3770. La debilidad del dólar, el cambio de tono de la Fed y la calma geopolítica impulsan la fortaleza de la libra esterlina.
Los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, sobre distintos escenarios de política monetaria avivaron las expectativas de recortes inminentes en EE. UU. Con datos suaves de inflación y empleo, el mercado descuenta un ciclo agresivo de relajación.
En el Reino Unido, las autoridades también han insinuado posibles recortes. El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y el vicegobernador Dave Ramsden sugirieron una política más laxa ante la desaceleración económica y la moderación del mercado laboral. Ramsden señaló además el riesgo de inflación por debajo del objetivo del 2 %, reforzando la expectativa de un tono dovish en los próximos meses.
La reducción de la tensión entre Irán e Israel añade un trasfondo ligeramente positivo, disminuyendo la demanda de refugio en dólares.
En el gráfico semanal, el GBPUSD mantiene una tendencia alcista firme iniciada en enero de 2025. Una ruptura decisiva por encima del límite superior de la consolidación a largo plazo abrió paso a una quinta onda alcista con objetivo en 1.4000, una resistencia significativa y nivel psicológico.
Actualmente el par consolida cerca de 1.3570; una ruptura de 1.3770 apuntará al objetivo principal. A corto plazo podría darse una corrección que vuelva a probar 1.3570 desde arriba.
Tras alcanzar 1.4000, podría justificarse técnicamente una reversión hacia 1.2100, especialmente si el dólar recupera fuerza.
Escenario bajista: Una ruptura de 1.3570 con cierre por debajo podría activar a los vendedores, abriendo el camino a 1.3100, sobre todo si los rendimientos de los bonos estadounidenses suben y el dólar se fortalece.
Escenario alcista: Mantener el precio sobre 1.3570 y luego romper 1.3770 permitirá continuar la tendencia alcista con objetivo en 1.4000.
El AUDUSD completó una onda descendente en abril de 2025 y muestra una recuperación firme desde entonces. La previsible relajación de la política del Banco de la Reserva de Australia (RBA) aporta el principal impulso de crecimiento.
A finales de junio, los mercados asignan un 90 % de probabilidad a un recorte de 25 puntos básicos por parte del RBA en julio, lo que impulsa la demanda de activos de riesgo como el dólar australiano.
Una leve mejora del sentimiento global y menores riesgos comerciales también respaldan al AUD. Los inversores se centran en los próximos datos de inflación PCE de EE. UU. y en las ventas minoristas australianas, publicaciones que podrían marcar la dirección del AUDUSD en julio.
En el gráfico semanal, el AUDUSD terminó su caída en 0.5920 antes de entrar en fase de crecimiento. El primer impulso se detuvo en 0.6450 y el precio forma ahora un rango de consolidación 0.6370 – 0.6450.
Una ruptura decisiva por encima de la SMA50 reforzó el tono alcista. El soporte en 0.6370 actúa como Punto Pivote local, y la trayectoria futura depende de si el mercado protege este nivel.
Una salida por arriba abre potencial para subir a 0.6720, posiblemente extendiéndose a 0.6977, el límite superior de la estructura de largo plazo.
Si el precio rompe 0.6370 a la baja podría desplegarse un retroceso hacia 0.6200; una presión vendedora más fuerte lo llevaría a 0.6000.
Escenario bajista: Una ruptura de 0.6370 con cierre por debajo abrirá el camino a 0.6200 y luego a 0.6000. Una mayor volatilidad en los mercados de materias primas podría acelerar el movimiento.
Escenario alcista: Una ruptura de 0.6450 disparará el crecimiento. El primer objetivo se sitúa en 0.6720; tras una breve corrección, la tendencia podría extenderse hacia 0.6977.
El USDCAD se mantiene bajo presión tras la fase alcista que terminó en febrero de 2025, cuando el tipo alcanzó un pico local de 1.4790. Desde entonces el dólar canadiense se ha fortalecido de manera constante, respaldado por factores internos y externos.
La normalización de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Canadá constituye uno de los impulsores clave de la caída del par. Canadá canceló un impuesto digital previsto, gesto que los mercados interpretaron como señal de diálogo y desescalada.
La medida redujo la probabilidad de contraaranceles de EE. UU., aliviando la presión sobre la actividad empresarial canadiense. Un dólar estadounidense moderadamente más débil mantiene firme la demanda de CAD.
Los participantes del mercado centran ahora su atención en un próximo discurso del miembro del FOMC Raphael Bostic, quien podría ofrecer pistas sobre la futura trayectoria de la Fed. Con la inflación desacelerándose y los datos laborales débiles, los operadores ven más probable un recorte de tasas estadounidense antes de finales del tercer trimestre de 2025, lo que debilita al dólar y aumenta el interés por divisas ligadas a materias primas, incluido el CAD.
Canadá, exportador de petróleo, también se beneficia de la estabilidad de los precios del WTI. Aunque las sorpresas macro son limitadas, la economía canadiense muestra resiliencia moderada: el mercado laboral se mantiene estable, la inflación desciende según lo previsto y la demanda interna sigue contenida.
Los analistas esperan que el Banco de Canadá mantenga su tasa sin cambios en julio pero insinúe una relajación más adelante en verano, si la Fed se mueve primero.
En el gráfico semanal, el par rebotó desde el importante Punto Pivote 1.4020 y construye una clara estructura descendente propia de una tercera ola. El impulso actual apunta a 1.3500, donde podría producirse una breve pausa y corrección.
Tras alcanzar ese objetivo el precio podría rebotar a 1.4020, que actuaría como resistencia. La tendencia sigue presionada porque el tipo cotiza por debajo de la SMA50. El mercado probablemente tratará cualquier aproximación a dicha media como oportunidad para abrir nuevas ventas.
Si el par rompe 1.3500, los objetivos siguientes se sitúan en 1.3250 y 1.3100. Si la presión bajista se intensifica, el USDCAD podría incluso alcanzar el nivel psicológico de 1.3000.
Escenario alcista: Si el USDCAD rompe y cierra por encima de 1.4020 —especialmente con confirmación en el gráfico semanal y superando la SMA50— la tendencia de corto plazo podría invertirse, apuntando a 1.4200.
Escenario bajista: Si 1.4020 se mantiene, el par probablemente seguirá cayendo hacia 1.3250; una vez roto ese nivel, la caída podría extenderse a 1.3100 y más allá hasta 1.3000. El patrón bajista seguirá vigente mientras el precio cotice por debajo de la SMA50.
Desde noviembre de 2024, el oro ha protagonizado un rally histórico impulsado por el aumento de los riesgos geopolíticos, los problemas logísticos y la pérdida de confianza en las divisas de reserva. La escalada en Oriente Medio, incluidas las incursiones en territorio iraní, incrementó drásticamente la demanda de activos refugio. Inversores, gobiernos y bancos centrales se pasaron a modo cobertura de riesgos.
Los bancos centrales aceleraron las compras de oro: los datos del FMI muestran que las compras netas en el primer semestre de 2025 son las mayores desde 1971. El oro se convierte así en el principal activo de reserva ante la posible depreciación de las divisas.
Las expectativas de recortes de tasas de la Fed, la desaceleración del PIB mundial y la volatilidad en los mercados de materias primas canalizan capital hacia el oro como “rendimiento libre de riesgo” durante la turbulencia.
La presión sobre las acciones estadounidenses también juega a favor del oro como inversión alternativa a largo plazo.
El gráfico semanal muestra que el máximo histórico se alcanzó en abril de 2025 en 3 499, tras lo cual el mercado entró en fase de corrección.
El soporte emergió en 3 124 —retroceso de Fibonacci del 38.2 % del rally iniciado en noviembre de 2024—.
Se ha formado un amplio rango de consolidación 3 120 – 3 450, con 3 200 actuando como zona ancla clave.
El nivel 3 000 es una barrera psicológica crucial y el límite inferior del equilibrio de medio plazo.
La figura se asemeja a un banderín o base alta que, en un mercado tendencial, suele servir de plataforma para un nuevo impulso. La SMA50 sigue inclinada al alza; el precio se mantiene encima y la estructura del XAUUSD sigue firmemente alcista.
Escenario alcista: Mantenerse por encima de 3 200 y romper 3 450 permitirá renovar el máximo de 3 500, luego subir a 3 750 y más tarde a 4 000. Este nivel es el objetivo de la onda de medio plazo y un hito psicológico clave. Un paso por 3 500 podría acelerarse con titulares geopolíticos o señales de la Fed.
Escenario bajista: Si el precio rompe por debajo de 3 200 podría probar la zona de 3 000. Una perforación de ese nivel confirmará una corrección más profunda. La atención se trasladará entonces a 2 800 y 2 500, áreas donde el mercado podría estabilizarse antes de la próxima tendencia alcista.
El Brent continúa la recuperación iniciada en abril de 2025, impulsado por las intervenciones verbales y potenciales de la OPEP+ y la creciente inestabilidad en Oriente Medio. Las discusiones sobre recortes de producción siguen en la agenda: en junio, representantes de la alianza declararon estar dispuestos a limitar la oferta si la demanda se debilita más.
China, consumidor clave de petróleo, sigue rezagada respecto a las expectativas: la recuperación económica se ralentiza y la demanda energética permanece por debajo de los niveles prepandémicos. Esto limita un crecimiento rápido de los precios, pero la reducción de inventarios en EE. UU. y Europa compensa el efecto.
Los riesgos geopolíticos —incluida la renovada tensión Irán-Israel— siguen en foco. Cualquier ataque a infraestructuras o sanciones más duras podría alterar rápidamente la oferta y la demanda.
Desde el punto de vista técnico, la debilidad del dólar estadounidense mejora el atractivo de las materias primas, incluido el petróleo.
En el gráfico semanal, el Brent dibuja una onda alcista clara iniciada en abril en 72. El mercado rompió la importante zona de consolidación 76 – 77, se mantuvo por encima de la SMA50 y ahora prueba 82, coincidiendo con los máximos de enero.
El rango actual 77 – 82 sirve como resistencia clave. Una ruptura fuerte despertaría el potencial alcista hacia 93 —el máximo de otoño de 2023, zona que históricamente ha revertido al Brent—.
Si el precio retrocede, el soporte se ubica cerca de 76 y 72, donde también pasa la SMA50. Más abajo se encuentra el importante nivel medio plazo en 66.50. Una caída profunda parece poco probable sin un shock externo, pero si 66 se rompe, el mercado podría probar 60, un suelo tanto psicológico como fundamental.
Escenario bajista: Sin noticias frescas de la OPEP+ y con datos globales débiles, el Brent podría volver a la banda 66 – 72. Una ruptura por debajo de 65 abrirá el camino a 60, que marca el suelo fundamental —por debajo del precio de equilibrio de varios países exportadores—.
Escenario alcista: Si el mercado se mantiene por encima de 77 y rompe el rango de 82, cabe esperar una aceleración hacia 93, con un posible avance a 100 si los riesgos geopolíticos aumentan. El nivel 100 sigue siendo crucial para la OPEP+ y podría guiar cualquier ajuste de cuotas.
Los pronósticos de los mercados financieros son la opinión personal de sus autores. El análisis actual no es una guía de trading. RoboForex no se hace responsable de los resultados que puedan ocurrir por utilizar las recomendaciones presentadas.